Hotel Palacio Astoreca, la puerta de entrada para descubrir Valparaíso

En pleno Cerro Alegre, con una vista privilegiada de la ciudad- puerto, se encuentra Hotel Palacio Astoreca, que ofrece al turista una experiencia única de descanso, desconexión, pero también la oportunidad de vivir Valparaíso, una de las ciudades más cosmopolitas y vibrantes de nuestro país.

El hotel boutique es considerado uno de los más exclusivos de la zona, por su arquitectura y rescate patrimonial de uno los edificios más icónicos de Valparaíso, construido en 1923; pero también por su gastronomía, su calidad de servicio y por ser el único de la plaza que ofrece un spa con piscina temperada. Desde este año, forma parte además del grupo de Hoteles Novotempo, de los que también son parte Hotel Isla Seca en Zapallar, Hotel Puelche en Puerto Varas y Hotel Viña La Playa en el Valle de Colchagua.

Lo primero que destacamos de este hotel es su ubicación estratégica: se encuentra frente al Paseo Yugoslavo, en pleno casco histórico, a pasos de tiendas, cafés y restaurantes y frente al Palacio Baburrizza, uno de los más icónicos de la ciudad, el que alberga una gran colección de obras europeas y chilenas que datan entre 1800 y 1990 y que vale la pena conocer. También se encuentra próximo al ascensor El Peral, que conecta con la Plaza de la Justicia, la Plaza Sotomayor, el Mercado Puerto y el Muelle Prat, entre otros puntos turísticos de la zona.

A pasos del hotel también se encuentran los encantadores Paseos Gervasonni y Atkinson, donde los turistas se llevan más de un souvenir y los niños se entretienen viendo una obra de teatro Lambe Lambe. Lo mejor es perderse por sus calles serpenteantes, recorrer sus tiendas y cafés históricos, fotografiarse con los grafitis de fondo y enamorarse de rincones encantadores como el Pasaje Gálvez o las escaleras de la calle Templeman. De noche, el punto de encuentro es el Paseo Dimalow, con sus variados restaurantes y bares con vista al mar o a los iluminados cerros de Valparaíso.

Lo segundo que destacamos es la experiencia que ofrece: de lujo, pero como estando en casa. Así se siente en sus diferentes rincones, desde el piano bar, pasando por la biblioteca, la sala de estar y la terraza, el rincón perfecto para disfrutar de un cóctel mirando la puesta de sol. Su estilo es contemporáneo, pero conserva el toque victoriano que te hace retroceder en el tiempo. En la sala de estar encuentras mantitas para abrigarte, ese calor de hogar que uno tanto aprecia cuando viaja. Por su ambiente romántico, la mayoría de sus huéspedes son parejas jóvenes.

Sus 23 habitaciones son elegantes, cómodas, de techos altos  y espaciosas. De colores pasteles alegres y muy bien iluminadas, gracias a sus grandes ventanales con termopanel, lo que le da calidez y además ayuda a conservar la temperatura del hotel. Una de las más solicitadas es la Junior Suite, donde se fusiona la comodidad de lo moderno con el encanto de lo antiguo. Cuenta con una bañera para relajarse con un baño de espuma mientras contemplas la ciudad y te relajas con una copa de espumante que amablemente dejan en la habitación de cortesía junto a botellas de Agua Prisma, un agua amigable con el medioambiente cuyos envases se reutilizan.

El día aquí comienza aquí con un desayuno buffet en el restaurante País, a base de cereales, fruta fresca, pan, café, té, huevos y omelettes que puedes pedir a la mesa. El resto del día es para salir y recorrer la ciudad; pero si el día no acompaña, la alternativa está en sentarse en la biblioteca a leer un buen libro junto a la chimenea o a jugar una partida de ajedrez. La hora del almuerzo y cena también se pueden disfrutar en su restaurante, cuya carta rescata los productos locales. Por las tardes, el piano bar es el lugar perfecto para disfrutar de un pisco o de un whisky de malta, y dejarse llevar por el sonido del piano que inunda de romanticismo los pasillos del hotel.

Luego de un día de actividades, lo mejor es relajarse en el Spa Alegre en el piso -1. Bajas en el ascensor con tu bata y tus pantunflas y llegas a oasis de relajo de elegantes paredes y suelo piedra pizarra oscuro, donde todos buscan descansar cuando ya se ha puesto el sol. Cuenta con piscina temperada, baño a vapor y un hot tub al aire libre donde el agua es calentada con leña y que en invierno se transforma en uno de los rincones más románticos del hotel. La sala de masajes es perfecta para la desconexión total y para recuperar el bienestar.

Si estás pensando en una escapada inolvidable, Palacio Astoreca sin duda es el lugar. Su personal es amable, siempre preocupado de atender todas tus dudas y de ayudarte a orientar en la ciudad. Para que no te preocupes de nada, cuenta además con servicio de valet parking (solo con reserva anticipada -Valor $12.000 diarios) y el privilegio de extender tu estadía hasta las 14:00 horas si no hay reservas para el mismo día.

Calle Montealegre 149
2340000 Valparaíso
Chile

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