Cumbres Puerto Varas: desconexión VIP

 

Por Andrea Sagues

El pasado fin de semana largo tomamos nuestras maletas y partimos a la hermosa ciudad de Puerto Varas para una escapada invernal. ¿El objetivo? Desconectarnos, relajarnos y vivir “la magia del sur”.

Durante los tres días de nuestro viaje, Hotel Cumbres Puerto Varas se convirtió en nuestro hogar: gente encantadora, personal muy amable, excelente servicio… esa calidez que caracteriza justamente a la gente del sur. Un hotel pensado en entregar una experiencia única en torno al Lago Llanquihue, combinado, por supuesto, con excelente gastronomía local y una excelente ubicación: a solo pasos del centro, caminando por la costanera Vicente Pérez Rosales.

A pesar de tratarse de un hotel cinco estrellas, su decoración es sencilla, sin pretensiones, en la que predominan las maderas nativas recicladas como raulí y coigüe, que le brindan calidez al lugar. La sala de estar y el jardín de invierno fueron nuestros lugares favoritos, donde te puedes relajar junto a la chimenea con un libro, disfrutar de una taza de té (cuentan con una carta de té) o entretenerte jugando cartas o cachos junto a tus amigos.  Algunas noches aquí además tocan música en vivo.

Todas las habitaciones del hotel miran al lago y a los volcanes, al igual que las instalaciones del hotel. Nuestra pieza, de categoría lujo, tenía un pequeño balcón para relajarse y disfrutar de la vista. Además, estaba siempre climatizada para no pasar ni una gota de frío. De bienvenida, una rica tabla de charcutería, el primer regaloneo de muchos que nos hicieron durante nuestra estadía.

El segundo regaloneo fue aún mejor: un masaje con piedras volcánicas en su spa, que se encuentra en el séptimo piso, donde además hay una pequeña piscina temperada con jacuzzi que mira al lago (a la que fuimos todas las tardes, cuando ya el sol se escondía), sauna, gimnasio, además de las salas para masajes y terapias. El masaje lo hicimos en pareja y se los recomendamos ya que es ideal para disminuir el dolor y la rigidez muscular. Se realiza con piedras volcánicas calientes a 55 grados (muy tolerable), que aumentan la irrigación sanguínea en la zona aplicada, lo que se combina con técnicas de masaje de relajación.

Otras opciones son el masaje thai, drenaje linfático, reflexología, cráneo facial y las terapias de chocolate, fango y expomiel. Todo pensado en el relajo total de sus huéspedes.

A pesar de que encontramos familias, hay que considerar que ss un hotel más pensado en los adultos, ya que no encuentras aquí muchas entretenciones para los niños (no tienen sala de juegos ni guarderías). Está mucho más pensando en el descanso en pareja.

Gastronomía: sabores locales con toque gourmet

Hotel Cumbres del Lago resalta también por su gastronomía, la que disfrutamos a  primera hora de la mañana con el desayuno buffet que se sirve en el restaurante Cumbres del Lago, el que incorpora frutas, cereales,  huevos, jugos naturales, mermeladas y  variedad de panes. Lo que más destaca es la bollería, muy típica del sur de Chile: calzones rotos, brownies, strudels, donuts, cheesecake de frutas, kuchenes, mini alfajores, entre otras delicias. Además en el desayunador encuentras un propio panal de donde obtener miel fresca para untar en las galletas o endulzar tu té.

Si no quieres bajar de la habitación, puedes pedirlo a la pieza, pero seguramente no podrás disfrutar de todas las cosas ricas que aquí se sirven. Además, te pueden preparar omelettes  u otro plato especial en caso de que quieras algo diferente.

A la hora de almuerzo, el chef ejecutivo Hugo Caviedes, quien por años se desempeñó en el hotel NH Santiago, nos seduce con su carta que rescata los sabores locales y juega con las texturas y temperaturas.  Una experiencia única, en la que se funde lo mejor de los productos locales con la delicadeza y servicio de la cocina internacional, basada en una variada oferta de carnes, productos del mar y platos típicos de la zona.

Para empezar, un cóctel bien local: un Murta Sour preparado con Trakal- destilado aromático de la Patagonia-para continuar con un Napoleón de Locos y papa chilota en mayonesa de ají verde, un plato suave y delicado, ideal para compartir.

Ya con vino blanco en mano, seguimos con la Centolla en dos tiempos, que consiste en un ravioil de centolla con queso crema envuelto en papel de arroz, que se sirve caliente y acompañado de una emulsión de cebollines y, por otra parte, un tártaro de centolla y palta, lo que permite tener dos temperaturas y texturas distintas con un mismo producto, haciendo más entretenida la propuesta al momento de degustar.

De fondo, y para entrar en calor, un Filete de congrio dorado en tapenade de aceitunas y con puré de zanahorias a la canela, de notas agridulces y elegante presentación. Para los que prefieren las carnes, les recomendamos las Costillas de cerdo marinado al comino alemán y cerveza artesanal, servido con papas chilotas asadas, chucrut y salsa de murta. Para cerrar, Hojarasca de manjar y frambuesa con sorbet de mandarina y Lúcuma en texturas: macarrons de lúcuma, espuma de lúcuma, helado de lúcuma y crocante de merengue, todo un juego para los sentidos, con temperaturas y texturas distintas, que confluyen en un resultado único. Acompañado de un rico café o té.

Cabe destacar que de lunes a sábado, a la hora de almuerzo, entre las 13:00 a las 15:30 hrs., Restaurant Cumbres del Lago ofrece un Menú del Chef en modalidad de libre elección entre una selección de entradas, fondos y postres que varían todos los días. Los domingos es tradicional su buffet de almuerzo, con preparaciones tradicionales e ingredientes típicos del sur de Chile. Y, como buen local sureño, no pueden faltar las tradicionales onces alemanas que se sirven de lunes a domingo, entre las 17:00 y las 19:00 horas, con una deliciosa carta que incluye pastelería elaborada en el mismo hotel.

 

De noche, el punto de encuentro es el bar Araucaria, para disfrutar de un cóctel de autor, como el Cumbres Sour, preparado con pisco, miel de ulmo y jugo de limón, el que se puede acompañar de una tabla de charcutería o de un sándwich gourmet, como la Hamburguesa de Salmón, berenjenas asadas, rúcula, tomate y queso crema en pan frica, blanda y jugosa, acompañada de unas ricas papas fritas.

Toda esta maravillosa estadía se puede combinar con paseos a los principales atractivos de la zona, como los Saltos del Petrohué, el Volcán Osorno, Frutillar, Puerto Octay y Chiloé. En la recepción, se pueden contratar tours por medio día o día completo, además de otras experiencias más exclusivas como un Curanto en Puluqui o un tour en helicóptero para observar desde el aire lo que es la cuenca lacustre del lago Llanquihue, la isla grande de Chiloé o el estuario del Reloncaví.

Eso, o simplemente disfrutar del hotel, como en este caso lo hicimos nosotros.

Imperial 0561,  Puerto Varas – Chile

www.hotelescumbres.com

 

 

 

 

 

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