Pantiaguina: panadería y cafetería de barrio en Vitacura

Hace dos semanas abrió sus puertas Pantiaguina en Vitacura, una panadería artesanal de barrio pero moderna que en poco tiempo ha conquistado el paladar de los vecinos del sector con sus panes tradicionales elaborados con masa madre.

Tras este emprendimiento se encuentran la destacada chef Sandra Jorquera y su marido, quienes  vivieron por varios años en Los Ángeles donde montaron un restaurante de cocina chilena.  De vuelta en Santiago, Sandra fue directora de Culinary Chile por varios años y en el último año, directora del proyecto de apertura de la Escuela Internacional Artebianca-donde conoció al español Joseph Pascual -catalogado a nivel mundial como el “maestro del pan”- su mentor y quien la inspiró en el apasionante mundo de la panadería.

Con el tiempo, abrió su propia negocio.  ¿Dónde? En una peluquería en Gerónimo de Alderete, que junto a Diego Ocaña – arquitecto, ex compañero de colegio y hoy socio, con larga trayectoria en Europa- fue rediseñada con madera nativa chilena y equipada con maquinaria importada,  dando vida a Pantiaguina (mezcla de Pan con Santiaguina).

El concepto es el de panadería tradicional de barrio: acá encuentras marraquetas, hallullas, dobladitas, bocado de dama, croissants, pan de campo  y todos esos panes típicos que uno comía cuando niño pero preparados con masa madre; panes frescos, más saludables, sin aditivos ni mejoradores, como se comía antiguamente.  Una vuelta a los orígenes.

Sus clientes son principalmente los vecinos del barrio: familias, niños, gente que va con sus mascotas, que llaman todos los días para saber si ya salió el pan del horno para la once o para el desayuno. Pensando en ellos, se habilitó una terraza al aire libre, ideal para disfrutar en estos días veraniegos mientras esperas el pan.

De una simple panadería – y por las demandas de los propios clientes- pasaron a ser también una  cafetería de barrio. Hoy puedes disfrutar de un desayuno o una once casera en familia. Incluyen una panera para dos personas con panes recién horneados, paila de huevos de gallina feliz, mermelada, manjar y mantequilla casera, café italiano ( Segafredo), té y jugos naturales,  todo por $ 9.500 (por dos personas).

Para la bollería- también preparada con masa madre-se utilizan ingredientes y productos locales, como la quínoa inflada, el dulce de chañar del norte, las castañas, las nueces y las mermeladas caseras chilenas. Imperdible su Torta con bizcocho de zanahoria, nueces, crema de mantequilla, y dulce de chañar de San Pedro de Atacama, suave y esponjosa, al igual que la Torta de Bizcocho chocolate con dulce de castaña, todas artesanales.

Poco a poco Pantiaguina ha ido definiendo su propuesta gastronómica en base a la demanda de sus clientes: hoy también ofrecen sándwiches de queso fresco , tomate y  aceite de oliva, o de queso camembert , con tomate asado y rúcula ( tú eliges el pan). Por estos días además encuentras empanadas de pino y de queso en masa hojaldre y más adelante, dulces típicos chilenos, aprovechando las Fiestas Patrias. En su vitrina, también encuentras productos gourmet como variedad de quesos del sur, miel de ulmo y jugos.

Tan buena ha sido recepción del público que prontamente esperan abrir una segunda cafetería en Las Condes. Aunque aspiran a más: “Queremos tener la Marca Chile, para que el extranjero que venga a Chile conozca lo que es nuestro”, explica Jorquera.

Un lugar simple, de ambiente acogedor, ideal para ir en familia, donde te sientes como en casa y que te recuerdan que en la simpleza está lo bueno.

Gerónimo de Alderete 1391, Vitacura.

 

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