La Farola: tentación al paso
¿Habrá algún panorama más rico en invierno que ir a esas panaderías de barrio, dejarse seducir con el aroma a pan recién horneado e ir llenando las bolsas de papel con cosas ricas para la oncesita?
Si asentiste, este dato te va a encantar: hace solo dos meses en La Reina abrió La Farola, una panadería artesanal que tiene revolucionados a los vecinos del sector y con justa razón. Acá el joven panadero Eduardo Quezada tiene el pan horneado listo desde las 7:30 am- ideal para el desayuno- y hasta las 7 de la tarde, para después del trabajo, ese momento en que uno llega cansado a la casa y lo único que quiere es engullir algo rico. Panes variados y para todos los gustos: de campo, baguette, de molde blanco, levain, brioche, de aceitunas, de queso, de tomate, junto a una refinada bollería.
“Buscamos el pan desde sus raíces: el brioche como debe ser, el pan de molde de una manera tradicional, no estamos muy en la línea de los panes saborizados. Acá todo es natural, no hay ningún aditivo ni saborizante artificial. Apuntamos justamente a un público que está buscando un pan de calidad”, explica Quezada, quien estudió gastronomía en la Escuela Culinaria Francesa “Ecole” y se desempeñó en otras panaderías como Metissage, Eric Káiser y La Chocolatine.
El pan de naranja, por ejemplo, lo preparan con ralladura de naranja y su sabor se obtiene de la reducción del jugo de la misma naranja. El pan de tomate, en tanto, se prepara con tomate deshidratado y así se obtiene un sabor intenso: el pan de aceitunas solo con aceitunas y el de queso, a diferencia del brasileño, con queso mantecoso que al hornearse se derrite y se sale del pan. “Nos gusta ir a los orígenes del pan, no ponernos tan creativos porque a la gente le gusta el pan como debe ser”, enfatiza Quezada.
Algunos de estos panes- específicamente la Baguette, la Ciabbata, Levian y el pan de campo- llevan un porcentaje de masa madre, ya que genera una acidez “que no a todos les gusta y la idea es que nuestros panes sean del día a día” que permite que el pan se conserve más fresco y sin hongos por más tiempo.
Su deliciosa panadería se combina con su bollería, donde encontramos otras delicias caseras como muffins, brownies, queques de miel y de manzana, mini brische, viennoise de chocolate con 63% cacao- que al horno, tibiecita, es un verdadero pecado- y los galletones de avena pasa y berries, elaborados con una receta familiar secreta. Todo hecho a mano.
Dentro de los panes preferidos o “del pueblo” se encuentra el pan de aceitunas; aunque el que se lleva todos los premios son el Levain y el pan de campo especial- hay blanco y de centeno-. Por estos días de invierno, el foco de atención también son sus sopaipillas horneadas con chancaca.
Además, mientras esperas tu pan, puedes disfrutar de un rico café americano, expresso, latte o capuccino- de Lucaffé- o un té chai.
¿ Cuánto duran estos panes? ” Dos horas“, ríe Quezada, o ” lo que demoren en llegar a sus casas“.
Un panorama imperdible para todos los que echamos de menos un poquito las antiguas panaderías de barrio.
Príncipe de Gales 6424, La Reina, Región Metropolitana